lunes, 31 de diciembre de 2012

Feliz año nuevo

FELIZ AÑO 2013!!!!!!
QUE TOD@S TENGAN UN MUY BONITO AÑO JUNTO A SUS FAMILIAS Y CLARO A SU IMAGINACIÓN NOS VEMOS MUY PRONTO 

miércoles, 5 de diciembre de 2012

¡¡¡¡INFANCIA DESTRUIDA!!!!

Holaaaa!!!!
El otro día buscando imágenes para el blog me encontré con algo que destrullo mi infancia (o lo poco que me quedaba)...
Me entere que Rui Torres, el que aparecía en ART ATTACK había muerto, yo no sabia, yo creia que lo habían cambiado porque si, no porque había muerto TTT____TTT.
Me puse a sollozar cuando me entere (mi mama se reía de mi y me decía ridícula ME MOLESTO UNA SEMANA)
ojala que este descansando en paz
que opinan ustedes 
bye-bye


9. El arma definitiva


Todo estaba desierto, salvo dos Roboguardias a las puertas de lo que parecía la entrada a una cueva subterránea. Medían casi tres metros de alto, y sus armaduras eran rojas y moradas, a excepción del visor, que era verde. Desde sus manos podían disparar rayos, pues estaban equipados con pistolas láser. Shadow, Omega y Rouge estaban escondidos tras una duna cercana, observándolos

- ¿Por qué hemos ido a parar aquí? – preguntó Rouge

- Porque me apetecía perder de vista cuanto antes a esos – dijo Shadow – Además, he percibido una Esmeralda Caos por esta zona. Tiene que estar ahí dentro, dada la vigilancia

- Entonces, vamos a por esos centinelas – dijo Rouge

Salieron rápidamente de su escondite. Shadow dio cuenta del primer centinela con un Lanza Caos. Rouge, con su Patada Tornado y Omega, con un sus mísiles, se encargaron del segundo

- Bien, estos no eran nada para mí poder – Dijo Shadow – Omega, abre esta puerta

- ENTENDIDO – dijo Omega

Una lluvia de mísiles abrió un gran agujero en la puerta blindada. Acto seguido, ésta se derrumbó

- Bien, caballeros, entremos – dijo Rouge – yo iré delante

El grupo se adentró en la cueva. Varias puertas con extraños símbolos se hallaban ante ellos. Todas eran puertas blindadas, con una pequeña consola delante. Rouge se acercó a la que estaba más a su izquierda. La examinó unos segundos y dijo:

- Esta puerta se parece a las que usaba Eggman en el pasado. Se abren tecleando un código, pero no sé lo que pasará si lo intento y le introduzco uno erróneo

- Seguramente aparecerán más centinelas – dijo Shadow – Si eso ocurre, me encargaré de ellos

- Bien – dijo Rouge, despreocupada

Rouge introdujo un código, pero no ocurrió nada. Volvió a intentarlo varias veces, pero ninguno de sus intentos tuvo éxito. La puerta seguía cerrada a cal y canto

- Esto es increíble – dijo, secándose el sudor de la frente – a lo mejor... ¡Pues claro! 

¿Cómo no se me había ocurrido antes? Omega, intenta abrir tú la puerta

- RECIBIDO – contestó

Omega se acercó a la consola. Del extremo de su mano salieron unos cables que se conectaron a una de las clavijas del aparato. Al cabo de unos segundos, la inscripción de la puerta se hizo legible. Ahora ponía: "Acceso a los niveles 3 y 4, Proyecto Arma Definitiva"

-¿Arma definitiva? – dijo Shadow muy sorprendido – ¿Significa esto que aquí hay otro espécimen como yo?

- No creo que sea eso – dijo Rouge – pero sí es un arma definitiva, debe estar muy bien protegida

La puerta por fin se abrió

- DEBO EXTERMINAR LAS ARMAS DE EGGMAN – dijo Omega

- Este no es el Eggman auténtico, Omega – dijo Rouge – pero si es un arma que no podemos utilizar en nuestro favor, la destruiremos

Ante ellos apareció una sala llena de extraños aparatos electrónicos y donde trabajaban varios robots. Infinidad de cables se entremezclaban e iban a parar a una consola de considerable tamaño. Encima de ella estaba colocada la Esmeralda Caos roja. Cerca de allí había una jaula, y dentro de ella estaban prisioneros un erizo gris plateado y una gata púrpura. Ambos parecían desmayados y estaban conectados a unos aparatos electrónicos. A Rouge le llamó mucho la atención.

- Es extraño ¿Esa consola es el arma definitiva? ¿Y quiénes serán esos?

- No es el arma definitiva – dijo Shadow –, debe estar escondida dentro de esa 
consola, y la están alimentando con la energía de la Esmeralda Caos

- ¿Insinúas que quieren utilizar esa energía para crear algo devastador?

- Sí, eso he dicho. Fíjate en los robots

Rouge enfocó su mirada en los robots que estaban más cerca de ellos. Eran todos distintos, y parecían inexpresivos

- ¿Por qué son todos distintos? – preguntó


- Porque no son robots en realidad – dijo Shadow – son gente robotizada

- ORGANISMOS VIVOS DETECTADOS – dijo Omega

- En cuanto a los prisioneros, seguramente los vayan a robotizar – dijo Shadow

- Es terrible – dijo Rouge – robotizarlos por negarse a obedecer a un tirano como 
ese falso Robotnik...

Rouge fijó su atención en un robot que le resultaba familiar. Parecía Sonic, pero el auténtico Sonic seguramente estaba en otro lugar. Éste robot tenía púas azules, aunque de un tono más claro que el de Sonic. Uno de sus ojos era robótico, pero el otro era auténtico. Se le distinguían lo que en otro tiempo habían sido unos bigotes.

- Mira, ese debe ser Chuck, el tío de Sonic – dijo Rouge

- Poco me importa eso. Deberíamos destruir esa arma, y de paso liberar a los prisioneros

- ¿Crees que es buena idea, Shadow? – dudó Rouge – si nos descubrimos tal vez nos ataquen, y no me gustaría hacer daño a gente inocente


- No nos atacarán – dijo Shadow –. Ninguno de ellos lleva armas. En todo caso vendrían los Roboguardias

Los ojos de Omega brillaron, poniéndose púrpuras. Al cabo de unos segundos, dijo:

- NINGÚN ROBOT DE ESTE NIVEL LLEVA ARMAS. SOLO SON ROBOTS DE MANTENIMIENTO

- Es todo cuanto necesitaba saber – dijo Shadow – Rouge, libera a esos de la jaula

Shadow dio un salto y gritó: "¡Lanza Caos!". Cuatro flechas luminosas volaron por el nivel e impactaron en la consola. No recibió ningún rasguño.

Los robots empezaron a dirigirse hacia las salidas gritando:

- ¡Intrusos, intrusos! ¡Alerta roja!

- ¡Me lo imaginaba! – dijo Rouge – ¡Omega, vamos!

Rouge logró romper los barrotes de la jaula de una patada. Entre Omega y ella desconectaron los cables que unían a los prisioneros a las máquinas. Después los sacaron suavemente mientras Shadow se lanzaba en Spin Dash contra la consola, sin causar daño alguno. De pronto, de las puertas del nivel aparecieron cuatro <

Roboguardias, que se dirigieron hacia el grupo

- ¡Lanza Caos! – gritó Shadow

Las flechas impactaron en el primero, destruyendo su armadura, pero el segundo y el tercero ya estaban más cerca. Rouge voló hacia los Roboguardias y gritó:

- ¡Patada tornado!

Convirtiéndose en un mini-tornado, atravesó al segundo, que cayó al suelo, completamente destrozado. El tercero y el cuarto empezaron a dispararles rayos.

- ¡LANZALLAMAS! – gritó Omega

Un chorro de fuego salió de los brazos de Omega, y apuntó a las cabezas de los 
Roboguardias, que saltaron en pedazos.

- Ilusos – dijo Shadow – no eran nada

- ¡No cantes victoria todavía! – gritó Rouge – ¡Vienen más!

En efecto, de la puerta al nivel cuatro empezaron a aparecer una docena de 
Roboguardias. Shadow se dirigió hacia ellos y gritó:

- ¡Rouge, coge esa esmeralda! ¡Omega, trae aquí a los prisioneros! ¡Explosión Caos!

El color de pelo de Shadow cambió a rojo y liberó una gran cantidad de energía apuntando hacia los Roboguardias. Todos saltaron en pedazos.

Rouge voló hacia la consola. A la esmeralda la protegía un grueso cristal.

- ¡Lo romperé enseguida! – dijo Rouge
De una patada, el cristal se rompió con facilidad y Rouge pudo recuperar la Esmeralda Caos. Al mismo tiempo, una veintena de Roboguardias estaban 
entrando en el nivel. Omega depositó a los prisioneros junto a Shadow y se dirigió a los Roboguardias

- ¡CAÑÓN DE RAYOS! – gritó

Cinco de los Roboguardias cayeron al suelo destrozados

- ¡Falla Caos! – gritó Shadow

Una falla dimensional se abrió en el centro del nivel. Tres Roboguardias que no se habían apartado a tiempo desaparecieron tras ella.

- ¡Así no vamos a hacer nada! – dijo Rouge – necesitamos atacar en equipo. Tal vez así los destruyamos de una vez

- De acuerdo – aseveró Shadow - ¡Ven y Ayúdanos!

Rouge voló a toda velocidad. Entre Shadow y ella agarraron a Omega

- ¡Tormenta de metal! – gritaron al unísono Shadow, Rouge y Omega

Lanzaron a Omega con todas sus fuerzas. Éste atacó al grupo de Roboguardias con un movimiento de sus cañones. Se produjo entonces una explosión cegadora. Al 
cese del resplandor, no quedó nada de los Roboguardias. Se habían volatilizado. 

Rouge miró a su izquierda y su derecha. Estaba cansada, y no podía creer la potencia que había tenido su ataque conjunto, aunque tal resplandor no hizo que los prisioneros se despertaran.

- ¿He… hemos vencido? – preguntó

- Se diría que sí – dijo Shadow, mostrando también muestras de cansancio

De pronto, se empezó a escuchar una estampida. Un centenar de Roboguardias estaban entrando en el nivel por todas las entradas. El grupo no tenía escapatoria

- ¡Estamos rodeados! – dijo Rouge – ¡Y lo peor es que estamos agotados y no 
podemos hacerles frente!

Rouge empezó a temblar. Eran demasiados, y seguramente la robotizarían. Recordó la historia de Sonic, y unas lágrimas aparecieron en sus ojos

- ¡Todavía no estamos perdidos! – dijo Shadow – Tenemos esto

Abrió la mano y le mostró la Esmeralda Caos blanca

- ¡Control de Caos!

Shadow teleportó al grupo lejos de allí antes de que los Roboguardias pudieran cogerles. Estaban a salvo

Lejos de allí, una figura entraba por una puerta de seguridad. Al pasar junto a una luz se reveló su aspecto: era un lobo vestido con una armadura roja con partes naranjas y una larga capa morada. Su aspecto fiero inspiraba temor. Había otra figura en 
aquella habitación. El recién llegado dijo:

- ¿Es que no te cansas nunca?

El otro era un dingo naranja muy musculoso. Llevaba unos pequeños anteojos morados , y una de sus piernas estaba robotizada. Tenía una expresión de profunda rabia, y peleaba contra varios Roboguardias, ejercitándose. Al oír la pregunta del 
otro, contestó enfurecido:

- No, Sleet, no descansaré hasta que ese erizo azul pague por lo que hizo

- Vaya, vaya, Dingo – contestó Sleet –. No has vuelto a ser el mismo desde aquel día

- ¡No! – rugió mientras lanzaba un golpe contundente contra otro Roboguardia –. Mi existencia como cazarrecompensas ya no tiene sentido. Si ese maldito erizo no hubiese huido...

- Bueno, bueno – dijo Sleet con impasibilidad – Su Excelencia nos ha encomendado una nueva misión: tenemos que capturar a los ocupantes de una nave. Prepárate, que partimos enseguida

- ¡No quiero! – le espetó Dingo más furioso, al tiempo que derrumbaba a dos Roboguardias de una patada – Vete tú solo. Sabes perfectamente que no me necesitas. Hace tiempo que puedes con ello tú solo

- ¿Estás seguro? – dijo Sleet con cierto tono de malicia – qué pena, porque se 
trataba de los amigos de Sonic

Al oír este nombre, Dingo reaccionó abriendo los ojos sorprendidos

- Uno de ellos es aquel molesto equidna rojo. E incluso tenemos confirmación de que el erizo azul está en Robotrópolis. Si de verdad no te interesa, está bien, iré yo solo – dijo Sleet dándose la vuelta

- ¡Espera! Está bien, iré. Pero quiero ser yo el que le eche la zarpa encima a ese erizo. Pagará por lo de Sonia

- Excelente respuesta, compañero – dijo Sleet sacando de su bolsillo lo que parecía un mando a distancia –. Vamos, tenemos un problema que solucionar

miércoles, 24 de octubre de 2012

8. La historia de las sirenas legendarias



El equipo Chaotix caminaba por un sendero lentamente

- Según me dijo el testigo, alguien con la descripción que nos hizo Knuckles de la Reina Aleena pasó por este sendero hace escasos minutos – dijo Charmy

- Entonces es muy probable que siga aquí – dijo Vector –. Si nos damos prisa puede que la encontremos

- ¡Mirad ahí! – advirtió Espío

Los tres enfocaron su vista hacia dos seres que estaban hablando a la entrada de un bosque. El primero de ellos, que era una figura encapuchada, alta, de la que apenas se veían los ojos. Iba envuelta en una capa roja y parecía asustada. La otra figura era algo más baja, e iba también encapuchada, aunque su cara se veía perfectamente. Era un reptil envuelto en una capa morada. Miraba fijamente a la otra figura

- ¿Intervenimos, Vector? – preguntó Charmy

- Todavía no – contestó Vector –. Primero deberíamos saber qué dicen
Seguidamente Vector volvió su mirada a Espío y dijo:

- Ya sabes qué hacer

Espío se volvió invisible y se dirigió sigilosamente hacia las dos figuras. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, pudo captar la conversación

- Ya está hecho, majestad – dijo la figura más baja – El joven príncipe ha aceptado su misión. Junto a él he enviado a su mejor amigo de la Tierra, pese a que no me fue fácil el acceso a su mundo

- Es lo que esperaba oír, Oráculo – dijo la otra figura con una voz femenina –. Durante todo este tiempo intenté derrotar al falso Robotnik sin molestar a mi hijo, que ya sufrió bastante, pero ya no puedo hacer nada más sin él

- Al joven erizo le espera una batalla en la que se conocerá mejor a sí mismo – dijo la figura baja, ahora Oráculo

- Ahora tengo que volver a lo que un día volverá a ser Ericius. Necesito que me abras otro portal para entrar allí – dijo la figura alta

- Bien, Majestad – dijo el Oráculo describiendo un círculo con su mano. Un portal apareció ante ellos. – Yo intentaré guiar a los que quedan de la resistencia hasta la llegada del príncipe Sonic. Seguid este portal hacia Robotrópolis. Me reuniré con vos lo antes posible

Seguidamente, el Oráculo desapareció en un estallido de luz y la figura alta entró por el portal. Espío volvió a hacerse visible y gritó:

- ¡Era la Reina! ¡Tenemos que seguirla!

- ¡Sí, vamos! – ordenó Vector – ¡Entremos antes de que el portal se cierre!

Los detectives entraron por el portal persiguiendo a su objetivo. Su búsqueda estaba a punto de concluir

Sonic y Merna estaban esquivando los bombardeos procedentes de un robot con aspecto de muñeco de nieve que flotaba en el aire

- ¿A éste también lo conocías? – preguntó Merna

- Sí, me enfrenté a él hace mucho tiempo – respondió Sonic saltando y esquivando una gran bola de nieve – pero una éste también es más fuerte

El robot lanzó varias bolas de nieve a Sonic, al que cada vez costaba más esquivar. De pronto una bola derribó a Sonic, haciéndolo caer al suelo

- ¡Sonic! – gritó Merna corriendo hacia él

Pero el robot también reaccionó y envió otra gigantesca bola a Merna. Ella gritó mientras se cubría la cara con los brazos y cerraba los ojos. Creyó que el robot le había dado, pero no había sentido nada. Cuando apartó los brazos y abrió los ojos observó un charco de agua a sus pies. Por unos segundos quedó desconcertada.

- ¿Cómo lo has hecho? – preguntó Sonic mientras se incorporaba

Merna puso cara de sorpresa antes de decir:

- Espera, tal vez sea…

- FLASHBACK -

En una escuela de Mertopia, hace mucho tiempo

La reina de Mertopia estaba dirigiéndose hacia unas pequeñas sirenas

- Queridas pequeñas, en un tiempo pasado existía la historia de las sirenas legendarias

- ¿Las sirenas legendarias? – preguntó una de las pequeñas – ¿Quiénes eran, Majestad?

- Agradezco vuestra curiosidad – dijo complacidamente la Reina –. Las sirenas legendarias poseían poderes. Se decía que podían dominar a voluntad la temperatura de las cosas, provocando frío o calor. Incluso se decía que podían mover las cosas sin tocarlas. Fueron de las primeras defensoras de Mertopia, protegiéndonos de los peligros que nos acechaban

- Pero Majestad – dijo una pequeña Merna - ¿Cualquiera de nosotras podría dominar esos poderes?

- Ah, pequeña – contestó la Reina – Muchas de nosotras de pequeñas intentamos usar esos poderes, pero ninguna lo consiguió. Tal vez no se dieron las circunstancias para que aparecieran en nosotras esos poderes, no lo sé

- FIN DEL FLASHBACK -

"Entonces la historia es cierta", pensó Merna

- ¡Eh, cuidado! – gritó Sonic

Acto seguido, atacó al robot con un Spin Dash haciéndole perder el equilibrio. Pero el robot contraatacó con otra avalancha de bolas de nieve, que volvieron a tumbar a Sonic al suelo, medio enterrándolo en la nieve.

- ¡Espera, Sonic, te sacaré! – dijo Merna

Merna extendió sus manos sobre la nieve que estaba encima de Sonic y pensó en el agua, en la nieve derretida… poco a poco, la nieve que cubría a Sonic empezó a derretirse, aunque lentamente.

- ¡Creo que ya sé como podemos terminar con él! – dijo Merna, una vez estaba Sonic liberado

A pesar de las reticencias de Sonic, aceptó la idea de Merna, así que se puso a dar vueltas en círculos alrededor de Merna, que estaba concentrada, extendiendo sus manos hacia adelante

- ¡Remolino ardiente! – gritaron los dos al unísono

Al mismo tiempo, un pequeño tornado rojo se formó alrededor de Merna. Entonces Sonic, sin parar de girar, lo dirigió hacia el robot. La onda calorífica deterioró sus circuitos y lo hizo estallar

- ¡Lo conseguimos! – dijo Merna saltando de alegría

- Sí, pero tanto con tanto cambio de temperatura voy a pillar un resfriado – dijo Sonic estremeciéndose –. Vámonos de aquí antes de que agarre una pulmonía. Y por cierto
 ¿Cómo lo has hecho?

Ambos se alejaron caminando de allí. Merna acababa de descubrir que era cierta la historia de las sirenas legendarias

Los detectives, tras cruzar el portal, aparecieron en un extraño bosque, en el que la mayoría de los árboles parecían podridos

- Este lugar no me suena de nada y me da escalofríos – dijo Charmy

- Debemos estar dentro de Robotrópolis – comentó Espío – eso fue lo que dijo la Reina antes de cruzar el portal

Espío no se equivocaba. Estaban en Robotrópolis. Mirando el cielo, podían ver como el sol no lucía allí. Todo estaba cubierto por unos nubarrones cuya oscuridad se hacía más intensa conforme se dirigían a la salida de aquel bosque

- No puede haber ido muy lejos – dijo Vector –, salvo que se haya hecho invisible

De pronto, escucharon un grito. Los tres corrieron al lugar de donde procedía y se encontraron a la Reina Aleena en el suelo, siendo atacada por un robot. Era dorado, con la cabeza en forma de lata y su falta de piernas se compensaba con un gran propulsor. 

Entre sus manos llevaba un hacha enorme

- ¡Tenemos que ayudarla! – dijo Vector – ¡Vamos!

Espío fue el primero en atacar lanzando varias estrellas ninja al robot. Éstas, al clavarse explotaron, pero la armadura del robot no sufrió grandes daños

- ¡Dejadme a mí! – dijo Charmy poniéndose unos guantes de boxeo

Charmy voló hacia la cabeza del robot y tras propinarle dos golpes en ambos lados de la cabeza, con el tercero logró que la cabeza saliera despedida. Vector la cogió con sus manos, diciendo:

- Buen golpe, Charmy ¡Aaaaaaaaaaaaaaaagggg!

Vector sintió un calambrazo, soltó la cabeza del robot y se desplomó al suelo

- ¡Vector! – gritaron al unísono Charmy y Espío

- E...estoy bien – dijo Vector con un hilo de voz – pero ese calambrazo me ha paralizado. Tened cuidado

Mientras Espío y Charmy atendían a Vector, el robot estaba recogiendo su cabeza y volviéndosela a colocar. Acto seguido se lanzó a atacar a los detectives, que esquivaron el hachazo haciendo que este diera en el suelo.

Espío intentó que soltara el hacha lanzándole más estrellas explosivas, pero el robot se movía demasiado rápido y las esquivaba con aparente facilidad

- ¿Qué vamos a hacer, Espío? – preguntó Charmy

- Tengo un plan, procura distraerlo – respondió Espío, mientras se hacía invisible

- ¡Eh, cerebro de lata! – dijo Charmy al robot mientras le hacía burlas – ¿A que no me pillas?

El robot se preparó para volver a atacar cuando Charmy se apartó volando, haciendo que el robot diera un hachazo en un árbol. Éste intentó sacar su hacha del tronco, pero una detonación le hizo soltarla. Espío por fin había conseguido acertarle con sus estrellas explosivas.

El robot se volvió para intentar atacarle desarmado, pero una gran llamarada lo incineró, haciendo que explotara. Espió y Charmy giraron la cabeza gritando a la vez:

- ¡Vector!

- Una simple descarguita no puede conmigo – dijo éste riéndose –. Bien, ese robot ya no nos dará más problemas

- Eh ¿y la Reina? – preguntó Espío

Cuando los detectives miraron el lugar donde estaba, allí no había nadie

- Vaya ¿así nos agradece que la hayamos salvado? – inquirió Charmy

- Charmy, no olvides que ella no nos ha visto nunca y no sabe cual es nuestra misión – dijo Vector –. Propongo que sigamos buscándola

- Estoy de acuerdo – dijo Espío – Ahora tenemos una búsqueda más complicada

- ¡Estupendo! – dijo Charmy revoloteando alegremente – ¡La agencia Chaotix sigue en acción!

Los detectives se alejaron de los restos del robot, guiándose por la oscuridad de las nubes.

Mientras, en algún lugar de Robotrópolis, una figura cruzaba una puerta acorazada, diciendo:

- Otro robot ha sido destruido, Excelencia

- ¿Otro? – contestó una voz muy grave procedente de un sillón que estaba orientado hacia unas pantallas –. Parece que tenemos más intrusos de los que había imaginado.

La Reina Aleena y ese Oráculo deben haber conseguido traer refuerzos de fuera, a pesar de mi barrera ¿Están ya listos los informes de los tres robots Soplo de Fuego?

- Sí, Excelencia. Aquí los traigo. Comprobará que son interesantes

La figura cogió los papeles y los leyó detenidamente. Durante unos minutos permaneció en absoluto silencio, hasta que soltó una espeluznante carcajada

- Es perfecto. Ahora ya no hace falta que vaya a buscarlo. La mosca vendrá a la telaraña ella sola

- ¿Y qué hacemos con los otros, Excelencia?

- Ocupaos de ellos tú y tu ayudante ¡Y no me falléis esta vez! ¡No quiero volver a perder mis mejores naves por vuestra incompetencia! ¡Del erizo azul me encargo yo!

- A sus órdenes, Excelencia – dijo el otro sujeto abandonando la estancia, mientras la risa espeluznante se escuchaba amplificada por las paredes metálicas

Continuara...

miércoles, 3 de octubre de 2012

7. El Oráculo de Delphius



Chris había vuelto. Seguía teniendo el mismo aspecto que la última vez que lo vieron, aunque su ropa le quedaba grande. De nuevo el cambio de dimensión había vuelto a jugar con su edad.

- ¡Tails! ¡Knuckles! ¡Soy yo! ¡Chris!

- ¡Chris! – gritó Tails

- ¡Esperábamos volver a verte! – dijo Cream

- ¡Chiuuu! ¡Chiuuu! – gritó Cheese

Chris observó minuciosamente el lugar donde se encontraba. Caminaba con dificultad porque la ropa grande le dificultaba el movimiento. Chris parecía sorprendido

- ¿Por qué estamos en el Tifón Azul? – preguntó Chris

- ¡Sonic se ha marchado! – le respondió Amy – y hemos ido a buscarle

- ¿Qué se ha marchado? ¿Por qué?

Y le explicaron resumidamente toda la historia. Chris parecía a cada momento más sorprendido por esa historia de Sonic que éste jamás le había contado. Entonces Tails dijo:

- ¿Y tú como has conseguido regresar?

- FLASHBACK -

Residencia de los Thorndyke, 6 de la mañana
Una habitación en silencio. Había alguien durmiendo en una cama. Estaba empezando a amanecer. De pronto, una intensa luz alteró la calma de la habitación. Un joven de 18 años con el pelo castaño y los ojos azules se despertó de repente y se incorporó de la cama

- ¡Joven Thorndyke! – dijo una voz

Chris enfocó bien la vista. Enfrente de él estaba un reptil vestido con una extraña túnica morada. Le estaba mirando fijamente

- ¿Quién eres tú? – le preguntó

- Soy el Oráculo de Delphius – dijo el reptil con seriedad – pero no he venido para hablarte de mí. He venido porque el joven erizo Sonic necesita tu ayuda

- ¿Sonic? ¿Necesita mi ayuda? – dijo Chris desconcertado

- Una gran guerra se avecina en Mobius – dijo el Oráculo –. Una guerra que amenaza no solo la paz de ese planeta, sino también la del tuyo. Llegará el momento en el que tendrás la suerte de Sonic en tus manos, si decides ir

Chris permaneció unos instantes en silencio, reflexionando sobre lo que le había dicho el Oráculo. Era un desconocido que le miraba fijamente con una mirada inquisidora, pero ¿decía la verdad? No parecía inspirar desconfianza, y además, si era cierto lo que decía, podría volver a ver a Sonic. No se lo pensó dos veces

- De acuerdo, iré – dijo Chris firmemente – pero ¿Cómo voy a ir hasta allí? Eggman me dijo que solo se podía acceder a Mobius a través de una alineación planetaria, y dudo mucho que se haya producido todavía

- Por eso no te preocupes, joven Thorndyke – dijo el Oráculo describiendo un círculo con la mano – voy a abrirte un portal de comunicación entre ambos mundos

A continuación apareció en la habitación un portal con un brillo verde intenso

- A través de este portal llegarás a Mobius. Prepara tus cosas para el viaje, pues en cuanto lo atravieses no serás el mismo

Chris preparó rápidamente una mochila para su aventura. También escribió una nota para su familia. Estaba emocionado por la nueva aventura.

- FIN DEL FLASHBACK -

- Y eso fue lo que pasó – dijo Chris

- Es increíble – dijo Knuckles

- Por cierto, ¿recuperaste tu edad cuando regresaste? – preguntó Amy

- Sí, Amy, la recuperé. Eggman será un científico malvado, pero tiene una inteligencia sorprendente. Cuando regresé a mi mundo volvía a tener dieciocho años. Pero eso no fue lo más sorprendente de mi regreso

- ¿Ah, no? – preguntó Tails – ¿Y qué fue?

- Que el tiempo entre ambas dimensiones se ha igualado. No sé qué es lo que hicimos, pero desde que me fui hasta que regresé transcurrió exactamente el mismo tiempo aquí que allí

- ¡Increíble! – dijo Cream – Pero desde que regresaste a tu mundo hasta ahora aquí apenas ha pasado un mes ¿Ha pasado lo mismo en tu mundo?

- Sí, exactamente un mes – respondió Chris

- Lo extraño es que hayas vuelto a aparecer con seis años menos – dijo Amy – mira tu ropa

- Sí, es extraño – dijo Chris – supongo que entre ambos mundos, aunque se haya igualado el tiempo, todavía quedaba una pequeña distorsión temporal. Pero no te preocupes por mi ropa. Esta vez venía preparado – dijo sacando de una mochila que llevaba en su espalda una ropa de cuando tenía doce años ¿Dónde me puedo cambiar?

- Allí, en esa habitación – dijo Tails señalando una estancia que había nada más salir de la sala de control

Chris se dirigió a la habitación y cerró la puerta
- Por cierto ¿Qué tal sigue tu abuelo Chuck? – preguntó Tails

- Está muy bien – dijo la voz de Chris a través de la puerta –. Lleva tiempo estudiando el mecanismo de la nave en la que Eggman me envió de vuelta a casa, y sigue tan optimista como siempre

- Me alegro mucho – dijo Tails –. Lo único que siento es que Sonic no está aquí para poder verte

- En ese caso lo buscaremos – dijo Chris abriendo la puerta, ya cambiado – ¿Por dónde empezamos?

Sonic y Merna llegaron a zona helada, al norte de Robotrópolis. No se veían más que montañas nevadas

- No me puedo creer que tu cola de sirena se transformara en unas piernas – dijo Sonic
- Sí – respondió Merna sonriendo – todos los habitantes de Mertopia podemos hacerlo en cuanto nos secamos. Pero no me dio tiempo a secarme la última vez que nos vimos. Por eso no lo sabías.

Ambos prosiguieron su camino por el valle. Merna estaba tiritando

- Hace mucho frío, Sonic ¿Qué estamos haciendo aquí?

- Estamos buscando al Oráculo de Delphius. Sé que tiene su guarida por aquí

- ¿Aquí, solo? – dijo Merna sorprendida – Debe ser un solitario. Yo no viviría sola en este lugar inhóspito

- Mira, allí – dijo Sonic señalando lo que parecía la abertura de una cueva – Vamos a mirar, a ver si es esa.

Pero no lo era, ni tampoco otras tres que visitaron después. Sonic ya estaba desesperado

- ¿Cómo es posible que no lo encuentre? ¡Tiene que estar por aquí!

- ¿Y aquella otra cueva? – dijo Merna

Señaló la montaña más lejana del valle. Apenas podía verse, y parecía inaccesible
- ¡Esa tiene que ser! ¡Si no lo es, me rindo! ¡Vamos, Merna!

Sonic agarró a Merna y cruzó el camino helado todo lo rápido que pudo. A punto estuvo de pillarles una avalancha

- ¡Ha faltado poco! – dijo Sonic – vamos, ya estamos dentro

Entraron lentamente, y no tardaron en ver el interior de la cueva. Parecía una casa como las demás, con una pequeña cocina de leña y varias estanterías llenas de libros. En un rincón había una pequeña cama. En el centro de la estancia, estaba sentado en una silla el Oráculo de Delphius. Era un reptil que llevaba puesta una túnica púrpura con capucha. Cuando Sonic y Merna se le acercaron, abrió sus ojos azules y dijo:

- Bienvenido, príncipe Sonic. Sabía que vendrías

- Esperaba este recibimiento, Oráculo – dijo Sonic – dime ¿fuiste tú quien me envió el medallón?

- No, joven erizo, no fui yo, sino la Reina Aleena de Ericius – Contestó el Oráculo

- ¿Te refieres a mi madre? – dijo Sonic

- Así es, joven erizo – dijo mirando a la hoguera – la reina todavía se encuentra bien. Te envió tu medallón porque sabía que la guerra todavía no ha terminado, y necesitaba que retomaras tu labor

- Pero ¿por qué ha tardado tanto tiempo en ponerse en contacto conmigo?

- Determinadas circunstancias le impidieron comunicarse contigo hasta ahora, Sonic – respondió el Oráculo –. En cualquier caso, no ha cesado de luchar porque un día el falso Robotnik sea derrocado y Robotrópolis vuelva a ser Ericius

- ¿Qué puedo hacer, Oráculo? – dijo Sonic preocupado –. Si por lo menos tuviera conmigo a mis hermanos…

- Eso tiene remedio, joven erizo – dijo el Oráculo

- Pero, pero… – dijo Sonic entre lágrimas – ¡Si fueron capturados! ¡Seguro que los robotizaron después!

- ¿Y crees que la vida se acaba cuando robotizan a alguien? – preguntó el Oráculo mirándolo fijamente

- ¿A qué te refieres? – dijo sorprendido Sonic

- Cuando un ser es robotizado, por fuera es un autómata que carece de sentimientos y obedece órdenes del falso Robotnik, pero debajo de esa carcasa permanece dormido un corazón puro, esperando a ser liberado

- ¿Y como puedo desrobotizarlos?

- En el pasado ni tus hermanos ni tú teníais los conocimientos necesarios para ello, pero los tiempos han cambiado, joven erizo, y ahora dispones de conocimientos y de ayuda – dijo el Oráculo

- ¿Ayuda? ¿Te refieres a Tails y a los demás?

El Oráculo asintió

- ¿Cuáles son los planes del falso Robotnik?

- Cuando te marchaste, centró sus planes en tratar de capturarte, ya que con ello pondría fin a la profecía que formulé cuando tú y tus hermanos nacisteis, y ya no tendría nada que temer. Pero nunca pudo hacerlo. Fuera de sus dominios su poder es mucho más limitado. Por ello planea expandirse más allá del reino. Si quieres luchar e impedir que siga tiranizando Mobius, esta es tu oportunidad. Si no luchas, el poder del falso Robotnik acabará extendiéndose por todo el planeta

- Lucharé – dijo Sonic con firmeza – pero necesito saber dónde puedo encontrar a mis hermanos, estén como estén
El Oráculo guardó silencio por unos instantes. Seguidamente, utilizó sus poderes para hacer aparecer de la nada un mapa

- Están en el noroeste del reino, cerca de la Gran Encrucijada – dijo mientras le entregaba el mapa a Sonic –. Allí hay una gran fortaleza donde trabajan esclavos. Tus hermanos están entre ellos, pero hay muchos Roboguardias vigilando

- Los destruiré – dijo Sonic

- Bien, ya que has decidido luchar, tengo dos últimas cosas que decirte. En primer lugar, lleva contigo esto – se sacó de un bolsillo un pequeño paquete y se lo puso en la mano a Sonic – y en segundo lugar, llegará el momento en que tendrás que elegir entre tus hermanos y tú

- ¿Qué significa eso? – preguntó Sonic

- Pronto lo descubrirás, Sonic – dijo el Oráculo –. Te espera un viaje lleno de sorpresas y desafíos, y tal vez vuelvas a ver a gente que creías perdida

- Ya lo estoy haciendo – dijo Sonic con una sonrisa y señalando con la cabeza a Merna

- Confía en tus amigos, no intentes hacerlo todo tú solo. Esto es todo cuanto te puedo decir. Mucha suerte, príncipe Sonic

- Gracias, Oráculo – dijo Sonic – ahora estoy preparado para enfrentarme a los peligros que me aguardan. Muchas gracias. Vámonos, Merna
Ambos salieron de la cueva. Iban a ponerse en camino cuando algo inesperado les sorprendió.

Mientras tanto, el equipo Chaotix estaba al otro lado del océano, investigando

- Ya sabemos que la desconocida estuvo por los alrededores del bosque – dijo Vector

- Sí, y que era una dama muy silenciosa – dijo Espío – esto es interesante. Por lo visto, nadie la había visto antes ¿creéis que habrá ido a Robotrópolis?

- Seguramente, porque seguro que sabe que Sonic ha ido hasta allí – dijo Vector – pero sería mejor investigar por si todavía siguiera por aquí

- ¡Vector! ¡Espío! – dijo Charmy revoloteando entre ellos rápidamente – ¡Un testigo me ha dicho que la ha visto hace escasos minutos!
- Démonos prisa – dijo Vector – Con un poco de suerte todavía podremos localizarla

Continuara... 

viernes, 14 de septiembre de 2012

6. El regreso de un viejo amigo


El Tifón Azul sobrevolaba el océano. Tails estaba siguiendo las indicaciones de Knuckles sobre el rumbo que tenía que tomar la nave. Shadow estaba apoyado contra una pared con los ojos cerrados, como si estuviera meditando algo. Los demás en cambio miraban al horizonte, en donde todavía no se veía nada más que agua.

- Nos estamos acercando – dijo Knuckles – No esperéis un comité de bienvenida, pues dudo que sea sencillo entrar allí

- Pero seguro que mi Sonic ha podido – dijo Amy –. Vamos, Tails, date prisa, que tenemos que encontrarle enseguida.

- No seas tan impulsiva, Amy – le espetó Tails –. Voy tan deprisa como puedo, pero ya has visto que desde nuestra última aventura el Tifón Azul perdió mucha energía, y ya no es tan rápido como antes

- Eh, Tails, ¿Qué es eso de allí? – preguntó Cream

Había señalado lo que parecía una gran cúpula verde, que parecía aumentar de tamaño conforme se acercaban a ella.

- No lo sé, Cream – respondió Tails –. Nunca había visto nada parecido

- Eso es la barrera que nos impidió entrar usando el Control de Caos – intervino Shadow abriendo los ojos

- Claro, de esta manera el falso Robotnik impide que nadie pueda entrar o salir de Robotrópolis – dijo Knuckles

- ¿Y como vamos a entrar allí? – dijo Rouge – deberíamos destruirla, pero es enorme

- Vamos a intentar abrir un agujero con la nave – dijo Tails seriamente –. Sujetaos fuerte
Tails cogió con más firmeza los mandos de la nave y apretó unos botones. La nave aceleró y se dirigió a toda velocidad contra la cúpula.

De pronto, un gran estruendo similar a un terremoto sacudió la nave. Casi todos sus ocupantes se sobresaltaron, excepto Shadow, que permaneció impasible.
- ¿Qué ha sido eso? – preguntó Amy

- Ha sido la cúpula – dijo Tails –. No hemos podido atravesarla ¿Qué hacemos ahora?

- Será mejor que hagas descender la nave hasta el nivel del agua – sugirió Knuckles –. Vamos a intentar abrir el agujero desde cerca

- De acuerdo – respondió Tails – voy a aterrizar

El Tifón Azul aterrizó sobre el agua suavemente. Acto seguido salieron a cubierta Omega, Shadow, Rouge y Knuckles.

- Tails, intenta destruirla con las armas de la nave – dijo Knuckles

- De acuerdo – contestó Tails – Cream, activa los láseres

- A la orden – dijo Cream – ¡Laser activado!

Un potente rayo salió del extremo de la nave dirigiéndose hacia la cúpula. En el momento del impacto, ésta vibró ligeramente, provocando a continuación una columna de humo. Al disiparse ésta, comprobaron que se había abierto un pequeño agujero, del tamaño de una moneda.

- ¡Funciona! – dijo Rouge – pero el agujero es muy pequeño

Pero tan pronto como Rouge terminó de hablar, el agujero se cerró lentamente. Todos se quedaron perplejos

- Pues se tiene que abrir de alguna manera – gruñó Shadow – No voy a parar hasta abrir un agujero

Y se lanzó con un spin dash hacia la cúpula. De nuevo ésta vibró, pero no se abrió ningún agujero. Lo intentó varias veces más, con otros spin dash y algunos Lanza Caos, pero el resultado fue siempre el mismo; solo consiguió abrir pequeñas grietas que no tardaron en cerrarse. Cansado, se quedó mirando enfadado la cúpula

- Vale, esto es serio – dijo Shadow con un tono mezcla de enfado y desesperación – pero no voy a parar

- LA CÚPULA SE REPARA SOLA – dijo Omega – NECESITARÍAMOS MUCHA POTENCIA PARA ABRIR UN AGUJERO MÁS GRANDE Y ATRAVESARLO ANTES DE QUE SE CIERRE

- Omega tiene razón – confirmó Rouge – pero ¿Qué arma es la más potente de que disponemos?

- ¡El cañón de potencia, por supuesto! – dijo Knuckles – pero necesitaríamos algo muy potente para dispararlo contra esa cúpula

En ese momento, Omega, Knuckles y Rouge se miraron mutuamente y a continuación los tres dirigieron su mirada a Shadow, que seguía lanzándose contra la cúpula sin éxito.
Después de algunos minutos de explicaciones, convencieron a Shadow para que se colocara en la lanzadera del cañón, preparado para ser disparado.

- ¡Todos preparados! – dijo Tails – Knuckles ¿Está lista la Esmeralda Principal?

- Sí – respondió éste desde la cámara donde se encontraba – os enviaré todo el poder que pueda

- ¡Amy, apunta al objetivo! – ordenó Tails

- ¡Objetivo fijado! – dijo Amy

- Shadow ¿Estás listo? – preguntó Tails

No hubo respuesta

- No te preocupes, querido – dijo Rouge – esa debe ser su forma de decir que sí. Tú dispara ya

- Está bien – dijo Tails – preparados… ¡Fuego!

Del cañón salió Shadow disparado a toda velocidad contra la cúpula. Ésta vez la vibración fue mucho más intensa, tanto que hasta provocó pequeñas olas. Tras cerca de un minuto golpeando la cúpula, consiguió abrir un agujero de tamaño considerable

- ¡Shadow, ahora! – gritó Tails

Shadow dejó de girar y sujetando una Esmeralda Caos en una de sus manos grito:

- ¡Control de Caos!

Inmediatamente, el tiempo quedó detenido para todo lo que había en los alrededores de la nave, mientras Shadow regresaba a la cubierta de la nave haciendo otro spin dash

- ¡Es el momento! – gritó Tails – ¡El Control de Caos no durará mucho tiempo!

Tails hizo elevarse la nave, haciendo que ésta penetrara por la abertura de la cúpula. En cuestión de segundos consiguió pasar. Unos segundos después la brecha se cerró.

- ¡Por fin! – dijo Cream mirando al lugar donde estaba segundos antes el agujero – Si hubiésemos tardado más, seguro que no lo hubiésemos conseguido

- Sí, ya tenemos vía libre para ir a Robotrópolis – dijo Amy – ¡Sonic, allá vamos!

En ese momento, sonó una alarma muy fuerte, como cuando Sonic entró. Los demás se quedaron desconcertados

- ¡Prepárate, Tails! – dijo Knuckles – me parece que vamos a tener compañía

- Vaya, vaya – murmuró Rouge – Y yo que pensaba que entraríamos discretamente

Seguidamente, otra sacudida hizo tambalearse la nave. Tails empezó a teclear una secuencia de comandos.

- ¡Algo nos ataca! – dijo entonces – enfocaré el monitor

Dos robots Soplo de Fuego estaban atacando la nave con sus bombas.

- Yo me encargaré de esos – dijo Shadow, impasible

- YO TAMBIÉN LUCHARÉ – intervino Omega – ESTOS ROBOTS SON COMO LOS DE EGGMAN, Y POR TANTO DEBO DESTRUIRLOS

- ¡Eh, esperadme! – dijo Rouge yendo con ellos

- Yo también voy a luchar – añadió Knuckles – Estos robots no son como el Soplo de Fuego que yo conocía. Parecen más potentes

El grupo salió a cubierta a luchar. Shadow y Omega fueron a por el primer robot, mientras del otro se encargaban Rouge y Knuckles. El primer Soplo de Fuego lanzó una llamarada que incendió una de las palmeras de la cubierta, pero Omega y Shadow consiguieron esquivarla. Entonces Shadow se lanzó con un Spin Dash hacia el robot, haciéndolo vibrar. Seguidamente Omega disparó dos misiles contra el lanzallamas del robot, destrozándolo. Éste, al ver inutilizado su soplete, contraatacó con varias bombas incendiarias, pero Shadow usó su Lanza Caos, logrando derribar al robot. Y Omega acabó con él disparándole una ráfaga y haciéndolo caer al agua.

Por su parte, Knuckles pegó un salto y dio varios golpes al segundo robot, y antes de que éste pudiera contraatacar, Rouge lo golpeó con su Patada Tornado. El robot intentó recobrarse, pero Knuckles y Rouge atacaron simultáneamente con sus puños y piernas respectivamente, lanzando al agua el segundo robot, y haciéndole estallar como al primero.

- Bien, ya está – dijo Rouge sacudiéndose los guantes. Estos robots eran demasiado aparatosos

- DEBIERON ENVIARLOS PARA ACABAR CON NOSOTROS, PERO YO LOS DESTRUIRÉ A TODOS – dijo Omega

- Ha debido enviárnoslos el falso Robotnik – dijo Knuckles -, y parecían más fuertes que como yo los recordaba. Vamos a tener que andarnos con cuidado

Shadow se había quedado mirando al agua, como si esperara que los robots volvieran a atacar. Parecía más calmado, a pesar de que su expresión era tan seria como siempre. Cerró los ojos y se concentró en buscar algo. Empezó a sentir la energía de una Esmeralda Caos. "Antes de ir a por el falso Robotnik, debo recuperarla", pensó. Después de unos segundos abrió los ojos y dijo:

- Aquí es donde se separan nuestros caminos – dijo Shadow

- ¿Qué? – dijo Knuckles – ¿No vais a venir con nosotros?

- No – respondió Shadow – vosotros solo vais a buscar a Sonic. Yo voy a buscar al falso Robotnik. Tan solo necesitaba cruzar esa cúpula ¡Rouge! ¡Omega! ¡Vamos!

El grupo se alejó algunos metros de Knuckles. Antes de irse, le pareció ver como Rouge le quiñaba el ojo. Entonces Shadow sacó su Esmeralda Caos y gritó "¡Control de Caos!", y los tres desaparecieron.

Knuckles se quedó desconcertado. Decidió entonces volver al interior de la nave, donde se reunió con los demás y les comentó la situación

- Shadow siempre hace las cosas como le viene en gana, ¿eh? – dijo Tails

- Sí, pero tiene razón, Tails – dijo Knuckles – nuestra primera misión es encontrar a Sonic. Después nos encargaremos del falso Robotnik

- De acuerdo – dijo Tails volviéndose hacia la nave – Agarraremos el Tornado X y…
De pronto, Tails se detuvo en seco mirando a la nave

- ¿Ocurre algo, Tails? – preguntó Amy

- Sí… mirad ¿Qué es eso?

Una pequeña esfera verde apareció frente a ellos. A cada segundo que pasaban iba creciendo y brillaba con más intensidad

- ¿Serán Shadow y los demás que vuelven? – preguntó Cream

- ¿Chiuuuu? – dijo Cheese

- No, esta luz es diferente – dijo Knuckles – ¿No será…?

Esta vez la intensidad de la luz hizo que fuera imposible mirarla. A continuación, apareció una silueta oscura, al principio un poco difusa. Pero poco a poco empezó a hacerse cada vez más nítida, y tomó la forma de un adolescente con el pelo castaño y vestido de extraña manera

- ¡Lo he conseguido! ¡He vuelto! – dijo el desconocido

Chris Thorndyke había regresado al mundo de Sonic, y miró a todos esbozando una sonrisa

Cotinuara...