Feliz cumpleaños Sonic
Ya tienes 22 años, y como celebracion hare un especial con todas tus aventuras
lo mas pronto posible (?)
Hasta Mañana...
domingo, 23 de junio de 2013
viernes, 21 de junio de 2013
13. Una noche muy larga
Era de noche. El Tifón Azul y el Egg Halcón se habían posado en el suelo.
Eggman estaba hablando con Sonic y los demás a través de una pantalla
- ¿Cómo sabías que estábamos aquí, Eggman? – preguntó Sonic
- Te llevo espiando más tiempo del que te imaginas, erizo – dijo Eggman con
una sonrisa maquiavélica – En cuanto me enteré de que estabas aquí, decidí
venir a echarte una mano desinteresadamente
- No sé por qué no me lo creo – intervino Knuckles – algo debes estar
tramando
- ¿Desconfias de mi, Knuckles? – respondió el doctor con cierto aire de
decepción – Creí que no opinarías lo mismo después de ver como os he salvado el
pellejo
- Por cierto – dijo Tails - ¿Por qué ese falso Robotnik te ha llamado su
creador?
- Ah, sí, eso – dijo Eggman bajando la cabeza – Lo dijo porque es la
verdad. Yo lo creé, solo que cuando lo hice no tenía ese nombre. Yo lo llamé
EggRobo
- ¿EggRobo? – dijo Sonic sorprendido - ¡Pero si fue destruido en la batalla
en la que conocimos a Knuckles!
- Cierto, erizo – corroboró Eggman – pero ese EggRobo no fue el primero que
yo creé.
Veréis, cuando yo era joven era un científico muy entusiasta
- Sí, eso me lo creo – dijo Sonic
- Y llegó un día en que decidí crear una copia robótica de mí. Fue mi
primer robot inteligente, al que seguirían muchos más. Lo llamé EggRobo 1.0.
Pretendía enseñarle todas mis maldades para que me ayudara a conquistar el
mundo – dijo frotándose las manos – pero EggRobo 1.0 era... demasiado
inteligente. Cuando aprendió lo suficiente, se rebeló contra mi
- Esa historia no me es nueva – dijo Amy – Todo lo que creas se acaba
volviendo contra ti, Eggman
Eggman aseveró su expresión
- Sí, pero de EggRobo no me lo esperaba. Decidió que ya no tenía que
depender de mí, y por ello siguió su propio camino, encerrándome en mi
laboratorio. Con la maquinaria de la que disponía, modificó su aspecto de
robot, pareciendo humano, y usurpó mi identidad. Como yo llevaba mucho tiempo
sin contacto alguno con la gente, al ver a ese impostor todos pensaban que era
yo. Y al poco se puso a invadir los reinos de Ericius, creando ese
imperio que seguramente ya conocéis. Para evitar rebeliones, consiguió hacerse
con un aparato que robotizaba a la gente, para poderla someter bajo su mando.
La robotización es un arte extraordinario – dijo Eggamn mirando hacia arriba –
pero a mí nunca se me habría ocurrido utilizarlo
- ¿Ah, no? – dijo Sonic - ¡Pero si cuando empecé a luchar contra ti
utilizabas animalitos convertidos en robots!
- ¡Cierto! – terció Amy – al igual que aquellos robots de Serie E que
utilizaste, que por lo que veo has reconstruido ¿Te parece
bonito volver a hacer esa crueldad?
- Alto, alto, alto – gritó Eggman – Sí, antes te enviaba animalitos
convertidos en robots, pero ellos estaban dentro del robot, que se alimentaba
de su energía. El animalillo no se enteraba de nada hasta que era liberado.
Pensaba que todo era un sueño. Pero yo no convertiría un organismo vivo en una
máquina. No soy tan cruel
- Cierto, el doctor Eggman ahora solo crea robots con piezas metálicas –
dijo Bocoe
- Sí, como nosotros – intervino Decoe
- Y en cuanto a mis nuevos robots de la Serie E, no son como los
anteriores. Estos no contienen ningún animal en su interior. Son robots al cien
por cien. Además, son mucho más fuertes
- ¿Y como pasaste la barrera que hay para entrar en este territorio? –
preguntó Tails
Eggman sonrió más que nunca
- Esta nave está equipada con un dispositivo de invisibilidad. Logré
localizaros y ponerme detrás de vosotros ¿Acaso no os pareció extraño que os
atacaran dos robots en vez de uno?
- No, estábamos demasiado ocupados intentando impedir que nos destruyesen –
dijo Knuckles
Mientras, en la enfermería de la nave, Cream y Merna estaban atendiendo al
Chao herido. Era muy parecido a Cheese, salvo que este Chao en vez de ser azul
era negro.
Dormía plácidamente
- ¿Cómo está, Cream? – preguntó Merna
- Apenas tiene unas magulladuras. Ha sufrido mucho – respondió Cream
- Aun no entiendo que hacía este Chao en esa nave – dijo Merna
- Tails me ha dicho que seguramente estaban utilizando su energía para
mover al robot – dijo Cream cabizbaja –. Es una crueldad
- Tienes razón. Cream – dijo Merna poniendo su mano en el hombro de Cream –
De momento este Chao está a salvo. Pondremos a salvo a los demás, te lo prometo
Cream sonrió. Apenas conocía a Merna, pero estaba segura de que llegarían a
ser grandes amigas
Horas más tarde, la tripulación del Tifón Azul dormía profundamente. Amy y
Chris estaban en sus respectivas habitaciones, Knuckles junto a la Esmeralda
Principal, Merna en una bañera con agua, Cream en la enfermería y Tails junto a
los mandos de la nave.
Sonic en cambio estaba tendido en la cubierta de la
nave, contemplando las estrellas.
Habían pasado muchas cosas, y no podía dormir
pensando en todo lo que tenían pendiente.
De pronto, un extraño ruido le sobresaltó. Se incorporó rápidamente y miró
a los arbustos de los que procedía. Contempló a un erizo idéntico a él. Por un
momento pensó en Shadow, pero no podía ser él. Éste era azul, igual que él.
El otro erizo se dio rápidamente la vuelta y echó a correr por el bosque.
Sonic decidió seguirlo
- ¡Espera! – gritó Sonic
Pero el otro erizo no le hizo caso. Siguió corriendo hasta llegar a un
claro, alejado del Tifón Azul. Entonces se detuvo, dando la espalda a Sonic.
- ¿Quién eres? – gritó Sonic – ¡Date la vuelta y contesta!
El otro erizo se dio la vuelta lentamente. Era exactamente igual que Sonic,
pero unas gafas naranjas hicieron a Sonic percatarse rápidamente de la
situación
- ¡Dingo! ¿Eres tú?
- Hola, Sonic – respondió Dingo –. Ha pasado mucho tiempo desde la última
vez que intenté atraparte, fracasando en el intento. Pero esta vez no fracasaré
Dingo se lanzó hacia Sonic haciendo un Spin Dash. Sonic consiguió
esquivarlo, pero a duras penas.
- Vaya, vaya – dijo Sonic animadamente – Veo que has mejorado mucho
Pero Dingo no respondió. Lanzaba a Sonic ataques inusualmente rápidos, pero
Sonic lograba esquivarlos casi todos. Le sorprendió mucho la habilidad de Dingo
para imitar sus habilidades. Normalmente era más torpe.
Al cabo de casi una hora, Dingo estaba cansado. Había intentado todo lo que
pudo, pero no había conseguido vencer a Sonic
- ¿Te convences ahora de que no puedes vencerme? – dijo Sonic
- Escúchame, Sonic – dijo Dingo con una voz que denotaba profunda rabia –.
He estado entrenando todo este tiempo para luchar contra ti, y una vez más no
he podido. Quería hacerte pagar por lo que le hicieron a Sonia
- ¿Sonia? – dijo Sonic boquiabierto – ¿Qué tiene que ver mi hermana con
esto?
- ¡Lo sabes de sobra! – bramó Dingo – Esperaba poder capturarte para
entregarte a Robotnik y que la dejara en paz, pero he fracasado
- ¿De qué estás hablando, Dingo? – preguntó Sonic alarmado
- Haces demasiadas preguntas, erizo – dijo Dingo sacando un mando a
distancia y pulsando un botón. Al instante recuperó su aspecto original –.
Sleet no sabe que he venido. Espero que tú seas capaz de liberar a tus
hermanos. Yo no seré libre hasta que Robotnik sea derrotado. Fíjate
Dingo bajó su cabeza y Sonic vio algo que le produjo escalofríos. Dingo
tenía un chip colocado en su cabeza.
- Me lo colocó Robotnik diciéndome que me fortalecería y me haría capaz de
capturarte, que solo así liberaría a Sonia. Este chip me hace más fuerte e
inteligente, pero también más rabioso. Ojalá pudiera volver a ser como antes,
pero eso solo será posible si él es derrotado. Me has vencido, así que tal vez
puedas acabar con él. Tengo que irme. Adios, Sonic. Tal vez volvamos a
encontrarnos
Y se marchó, dejando a Sonic perplejo y sumido en sus pensamientos
Mientras, lejos de allí, Shadow, Omega y Rouge salían de la fortaleza. El
erizo llevaba la Esmeralda Caos azul oscura en su mano, mientras miraba con
desdén los robots que acababan de destruir
- Bien, esto hace que tengamos tres Esmeraldas – dijo Rouge – Nos faltan
cuatro
- Sí – dijo Shadow – pero es extraño que en esta fortaleza los robots
fuesen más débiles
– Esto me escama
- LA CONSOLA QUE HABÍA EN LA FORTALEZA TAMBIÉN ERA ALGO SINIESTRA – añadió
Omega – DEBÍA FORMAR PARTE DE ESA "ARMA DEFINITIVA"
- Un arma que cada vez me está intranquilizando más – dijo Rouge – Parece
que ese Robotnik va a ser un hueso duro de roer
Poco después empezó a amanecer. Vector, Espío y Charmy se dirigían a una
gigantesca fábrica, custodiada por un robot de seis metros de alto armado de
pies a
cabeza
- Según lo que nos ha dicho la reina Aleena, ahí dentro se fabrican algunas
de las naves más poderosas del falso Robotnik – dijo Vector
- Entonces tenemos que desmantelarla, ¿no? – preguntó Charmy
- Así es – asintió Espío –. Si lo conseguimos el falso Robotnik no podrá
fabricar más naves
Espío, Vector y Charmy se lanzaron hacia el robot, que al advertir su
presencia les disparó varios misiles. Espío los hizo detonar lanzándoles varias
estrellas ninja, al tiempo que Charmy sujetaba a Vector y se elevaba en el aire
- ¡Golpe sísmico! – gritó Vector golpeando con los dos puños a la vez la
cabeza del robot, la cual estalló tras el impacto
- Ya tenemos vía libre – dijo Charmy
Los detectives entraron en la fábrica. Ante ellos apareció un sinfín de
cadenas de montaje de naves. Cientos de esclavos robotizados se encargaban de
ensamblar las piezas.
- Esto es terrible – dijo Espío – Toda esa gente robotizada ¡Y les obligan
a trabajar construyendo más máquinas!
- ¿Cómo vamos a desmantelar esto? – preguntó Charmy
- Tenemos que destruir el reactor principal – dijo Vector – Así no
funcionará el resto de la maquinaria ¡Vamos, chicos!
Los detectives se abrieron paso entre los esclavos sin que ninguno de ellos
opusiera resistencia. Simplemente, al verles abandonaron la fábrica. Una vez
junto al reactor principal, Vector y Espío gritaron al unísono:
- ¡Estrellas ardientes!
Espío lanzó sus estrellas mientras Vector arrojaba fuego sobre ellas,
haciendo que se volvieran incandescentes, y una vez impactaron contra su
objetivo provocaron que este se incendiara
- ¡Vamos, salgamos de aquí! – gritó Vector – ¡Esto va a explotar!
El equipo salió precipitadamente de la fábrica, arrojándose al suelo
mientras escuchaban una fuerte explosión. Al levantarse observaron como la
fábrica se estaba derrumbando.
- Misión cumplida – dijo Charmy
- Todavía no – corrigió Espío – Mirad
Varios roboguardias habían aparecido de repente, apuntándoles con sus armas
- Me parece que va siendo hora de que les enseñemos un poco de nuestra
música ¿No creéis? – dijo Vector animado
Los demás asintieron
- ¡Chaotix recital! – gritaron los tres a la vez
Espío y Charmy se pusieron a tocar una melodía estridente mientras Vector
cantaba a toda potencia por un micrófono. Esto provocó una onda sonora que hizo
derrumbarse a todos los roboguardias
- ¡Genial, Vector! – dijo Charmy sonriendo – ¡Esta vez te has superado!
- ¿Qué crees que pasará con los esclavos? – preguntó Espío
- Abandonaron la fábrica mientras nosotros atacábamos – dijo Vector –
Supongo que habrán ido a cualquier otra fábrica. Bueno, equipo, vamos por el
siguiente objetivo. A ver si mientras tanto se me ocurre alguna nueva canción
que cantar...
Continuara...
jueves, 20 de junio de 2013
12. Batalla aérea
El Tifón Azul surcaba los aires de Robotrópolis. Amy y Cream le estaban
enseñando a Merna como utilizar los controles de la nave. Mientras, Chris
miraba la pantalla que tenía delante. Knuckles, ya recuperado, estaba vigilando
la Esmeralda Principal. En cuanto a Sonic, estaba sentado en un lado, cerca de
Tails, quien pilotaba la nave. Sentía que le debía una explicación. Era su
mejor amigo y sin embargo nunca le había hablado de su pasado
- Esto… Tails – dijo tímidamente Sonic
- ¿Sí?
- Verás. Siento mucho no habértelo contado. Pero es que no estaba
preparado. Si me guardas rencor no te lo reprocharé
- No importa, Sonic – respondió sonriendo el zorro – No estoy enfadado. Te
ayudaremos a encontrar a tus hermanos – dijo guiñándole el ojo
- Tails tiene razón – dijo Chris – Los encontraremos y haremos que vuelvan
con nosotros
- Eso espero, Chris – dijo Sonic, bajando la cabeza – eso espero
De pronto, algo sacudió la nave. Sonic se cayó al suelo
- ¿Qué ha sido eso? – preguntó con desconcierto
- ¡Sonic, unas extrañas naves nos están atacando! – dijo Tails
- Las mostraré en la pantalla – dijo Amy
Unas pequeñas naves de color verde y cristales negros aparecieron en la
pantalla. Sonic se quedó boquiabierto.
- ¡Las naves de Robotnik!
- ¡Cuidado, están enviando otra ráfaga! – advirtió Cream
- ¡Chiu Chiuuuu! – dijo Cheese
- Hay que hacerles frente – dijo una voz a espaldas de todos
- Knuckles – dijo Sonic girando la cabeza – ¿Estás preparado?
- Sí, y ha llegado el momento de que acabemos con esas naves ¿No te parece?
- Tienes razón, Knuckles. Chris ¿te importaría coger tú el mando del Tifón
Azul? Quiero que Tails nos ayude a acabar con ellas
- De acuerdo, Sonic – dijo Chris – Dadles duro
- Los demás, a vuestros puestos – dijo Tails – El Team Sonic vuelve a la
carga
Minutos después, el Tornado X, con Sonic y Knucklesen las alas y Tails
pilotando, despegaba del Tifón Azul. También despegaron dos pequeñas naves, una
rosa y otra naranja, pilotadas por Amy y Cream respectivamente
- ¡Vamos allá! – ordenó Sonic
Cinco naves enemigas perseguían al Tifón Azul. Utilizando su Spin Dash,
Sonic se lanzó contra la primera, rebotando contra ella. Sonic logró posarse
otra vez en el ala del Tornado X. Knuckles a continuación se lanzó contra la
segunda nave, propinándole un fuerte puñetazo. Este golpe destrozó una de sus
alas, que hizo que cayera
- Una menos – dijo Knuckles
Mientras, Amy y Cream intercambiaban disparos con otra nave. Un disparo de
la nave enemiga acertó a la nave de Cream, pero no afortunadamente solo le hizo
un pequeño rasguño.
- ¡Esto ya pasa de castaño oscuro! – dijo Amy con enfado – ¡Te vas a
enterar!
Amy pulsó un botón. Un brazo articulado salió de nave. El brazo acababa en
una mano que sujetaba un martillo similar al que usaba Amy. Acto seguido el
brazo sacudió con fuerza un martillazo a la nave enemiga, destrozando su parte
central y haciéndola caer.
- ¡Buen golpe, Amy! – dijo Cream
- ¡Chiuuuu! – dijo contento Chesse
Dos naves habían caído, pero las tres restantes se acercaban
peligrosamente. Sonic dijo:
- ¡Es el momento de que ese Robotnik vea que Sonic el Erizo ha vuelto!
Volvió a hacer aparecer su guitarra
- ¡Tails, vamos!
- ¡Sí, allá vamos!
Tails dirigió el Tornado X en picado hacia las tres naves. Revoloteó alrededor
de ellas mientras Sonic se puso a tocar su guitarra, provocando unas ondas que
hicieron vibrar a las naves, confundidas. Entonces Tails disparó a las naves,
destruyéndolas
- ¡Bien hecho, Tails! – dijo Chris desde el Tifón Azul
- Gracias, Chris – le contestó Tails
De pronto, una gigantesca nave, más grande que el Tifón Azul, apareció en
el cielo. Era negra con varios motores en la parte trasera, y varias torretas
llenas de cañones en los laterales. En el morro de la nave, había un símbolo
inconfundible: una gigantesca "R".
Acto seguido, la nave proyectó una
figura de gran tamaño. Llevaba un traje rojo por arriba y negro por abajo,
guantes y botas metálicas. Su cara estaba surcada por una horrible cicatriz,
que se extendía más allá de sus ojos rojos con las pupilas negras
- ¡Robotnik! – gritó Sonic, con rabia
- Bienvenido a Robotrópolis de nuevo, erizo – dijo la figura con una voz
muy grave
- ¿Dónde están mis hermanos?
- Creía que te lo había dicho el Oráculo de Delphius – Sonic abrió los ojos
muy sorprendido – Sí, lo sabía. Tengo robots espías por todo Robotrópolis, y
uno de ellos estaba en su refugio. Tus hermanos están en la fortaleza de la
Gran Encrucijada ¿No quieres ir a verlos?
- ¿Qué les has hecho?
- ¿No lo sabes? – dijo la figura con una risa maléfica – ya los verás, si
es que consigues sobrevivir al ataque de mi nuevo SkyBot
La nave se empezó a transformar en un gigantesco robot alado, cuyo diseño
recordaba mucho al de los que fabricaba el Doctor Eggman. El robot abrió sus
grandes manos y cogió al Tifón Azul con ellas
- ¡Chris! ¡Merna! – gritó Sonic
El Tifón Azul lanzó una serie de misiles contra el SkyBot. Todos impactaron
en su cabeza, haciendo que soltara la nave. Al disiparse el humo vieron con
sorpresa que no tenía ningún rasguño
- Buena puntería, humano – dijo la voz de Robotnik – pero este robot está
hecho del metal más duro y resistente que se conoce. Ningún misil podría
dañarlo
- Entonces, a ver qué te parece esto – dijo Chris pulsando otro botón
El Tifón Azul lanzó unos rayos láser hacia el robot, pero tampoco lo
dañaron lo más mínimo
- ¡Así no pueden hacer nada! – dijo Tails – Sonic, Knuckles y yo vamos a
volver a la nave para preparar el Cañón Potencia Sonic ¿Crees que podrás
entretenerlo hasta que lo tengamos listo?
- Sí, creo que podre – dijo Sonic guiñándole el ojo – daos prisa
Sonic pegó un salto y se lanzó hacia el pecho del SkyBot haciendo un Spin
Dash., pero el robot fue más rápido, dando un manotazo que lanzó a Sonic por
los aires.
- ¡Sonic! – gritó Amy, dirigiéndose en su nave hacia él
Sonic vio la nave y pudo posarse en una de sus alas
- Gracias, Amy – dijo Sonic – ahora ya sé que este rival es duro de pelar
- Ha llegado el momento de probar mi arma definitiva – dijo la voz de
Robotnik – Este robot está equipado con un rayo atómico capaz de destruir todo
¡Y tú vas a ser mi conejillo de indias, erizo! – dijo con una risa histérica
En la cabeza del robot empezó a brillar su visor, volviéndose escarlata.
Sonic empezó a pensar, preocupado: "¡Si me quedo aquí dañará a Amy, y no
quiero que salga herida por mi culpa!". Miró a su alrededor, pero no
encontró ninguna montaña en la que poder posarse. Tampoco podía ir al Tifón
Azul. Entonces solo le quedaba…
Reaccionó instintivamente dando un salto al vacío, donde el rayo no pudiera
acertar a nadie más que a él.
Lo que ocurrió a continuación pasó muy deprisa. Una lluvia de misiles
impactó contra el SkyBot, impidiéndole lanzar su rayo. Sonic caía, hasta que la
nave de Cream le recogió.
Sonic pensó que los disparos venían del Tifón Azul,
pero observó con sorpresa que provenían de una gigantesca nave roja con forma
de halcón. En las alas de la nave estaban disparando contra el Skybot cinco
robots robustos. Todos tenían la misma forma, pero diferenciándose por los
colores y las pistolas tenían por brazos. Llevaban unos números del 101 al 105.
Y echando un vistazo al costado de la nave, Sonic distinguió una marca
inconfundible
- ¡Eggman! ¿Qué haces aquí?
- Tal vez deberías darme las gracias – dijo la voz de Eggman amplificada
por altavoz. Te acabo de salvar el pellejo, erizo
- Vaya, vaya, si es el Doctor Eggman, mi creador – dijo la figura de
Robotnik
La expresión de Sonic y los demás se volvió en sorpresa
- ¡Luego os lo explicaré! – dijo la voz de Eggman – ¡Teneis que acabar con
ese SkyBot!
¡Mis robots lo distraerán!¡Daos prisa!
- ¡Sonic, el cañón ya está listo! – dijo Chris
- ¡Perfecto, allá voy! ¡Cream, Amy, volvamos al Tifón Azul!
Las dos naves se dirigieron de vuelta al Tifón Azul. Sonic corrió hacia la
proa de la nave, en la que apareció un cañón gigantesco. Sonic entró en él y se
situó en una tarima. Acto seguido empezó a girar, a cada segundo a más
velocidad. Mientras tanto Knuckles hacía una invocación ante la Esmeralda
Principal, haciendo que esta brillara.
Tails apuntó al pecho del SkyBot gritando:
- ¡Cañón Potencia Sonic, fuego!
Apretó el gatillo y Sonic fue disparado en el cañón, pareciendo un
proyectil a gran velocidad. Atravesó sin problemas al SkyBot, haciendo que éste
estallara en mil pedazos. Merna se sorprendió por la potencia.
- ¡Eh, mirad eso! – dijo de pronto Amy señalando al aire
De entre los restos del robot apareció un Chao encerrado en una burbuja.
Parecía herido
- ¡Rescátalo, Tails! – suplicó Cream
- ¡Chiu Chiuuuu! – gritó Cheese
- Sí, no os preocupéis – dijo Tails – Voy a rescatarlo ahora mismo
Mientras, Sonic aterrizaba sobre la nave de Eggman. Había ganado el primer
asalto, pero
¿Qué vendría después?
Shadow, Rouge y Omega estaban junto a otra fortaleza, está en medio de la
jungla. A diferencia de la anterior, estaba mucho más vigilada. Rouge miraba
agazapada tras un árbol
- ¿Y si nos pasa como la otra vez?
- No temas, esta vez sé como evitarlo – dijo Shadow
- ARMAS PREPARADAS, FIJANDO OBJETIVOS – dijo Omega
- Esta vez vamos a dosificar nuestras fuerzas – dijo Shadow – Tenemos que
encontrar la Esmeralda Caos que está escondida ahí
- Ya tenemos dos, así que con esta serían tres – dijo Rouge satisfecha –
Pero opino que ese falso Robotnik debería tener más joyas. Está bien, equipo.
En marcha. Una nueva Esmeralda Caos nos espera.
Continuara...
11. Odisea del futuro
Algo nos falta, algo no está
bien,
Y yo lo siento siempre y no sé
qué hacer.
Hay una voz en mi, que se que
aparecerá,
Que no me deje vencer, que busque
más allá.
¡Por fin!, ¡Todos estaremos
juntos!
¡Por fin!, ¡Llegara a nuestro
mundo!
¡Por fin!, ¡Nuestra unión no se
podrá romper!
¡Por fin!, ¡No hay nubes de
dolor!
¡Por fin!, ¡Brillando la luz del
amor!
¡Por fin!, ¡Un día llegara el
final feliz!
¡Unidos todos por fin!
¡Por fin!, ¡Todos estaremos
juntos!
¡Por fin!, ¡Llegara a nuestro
mundo!
¡Por fin!, ¡Nuestra unión no se
podrá romper! ¡No!
¡Por fin!, ¡No hay nubes de
dolor!
¡Por fin!, ¡Brillando la luz del
amor!
¡Por fin!, ¡Y este final será
feliz!
¡Unidos todos por fin!
¡Por fin!
Sonic tocaba la canción con su guitarra. Los demás le escuchaban maravillados, pues nunca habían escuchado una melodía tan singular. Knuckles, con la pierna vendada, ya
sabía como tocaba Sonic, y sonreía sin más.
Sonic había contado a los demás lo sucedido desde que se marchó de casa de Amy, además de presentarles a Merna, a quien Tails se alegró mucho de volver a ver. En cambio, Sonic no se sorprendió de volver a ver a Chris
- Sabía que tarde o temprano conseguirías volver – dijo Sonic – aunque no tan pronto
- Después de oír las palabras del Oráculo, no me lo pensé dos veces – dijo Chris
sonriendo –. A mí también me pilló por sorpresa
- ¿Como supiste donde estábamos, Sonic? – preguntó Tails – porque no te llevaste el reloj multifunción que te regalé – dijo tendiéndole la mano con el reloj en ella
- Bueno – respondió Sonic alargando la mano para coger el reloj – digamos que siempre he tenido el don de la oportunidad. Pasábamos por aquí y oímos ruidos de pelea
- Llegaste justo a tiempo – dijo Knuckles – ya casi no podíamos defendernos. Por cierto ¿Qué clase de robots eran estos? No parecían Roboguardias
- Es que no lo eran. Estos solo eran MiniBots – dijo Sonic examinando una pieza que había cogido de entre los restos – su única misión es paralizar a los intrusos
- En mi caso, casi lo consiguen – dijo Knuckles agarrándose la pierna – Aun me duele, pero no tardaré en recuperarme
- Lo que no entiendo es como se hacían más fuertes cada vez que los derribábamos – dijo Amy – ¿Sabes algo de eso, Sonic?
- No mucho. Tan solo sé que son unos robots extremadamente duros. Por eso no conseguíais destruirlos. Son del tipo de robots que se fortalecen con cada golpe que reciben. Casi nada
Sonic depositó la pieza en una repisa. Su expresión cambió a pesadumbre y dijo:
- Knuckles ¿Les has contado todo?
- Sí, Sonic – contestó Knuckles con seriedad
- Entonces sabéis que ya no tengo nada que ocultaros. Merna y yo fuimos a ver al Oráculo de Delphius y nos dio esto – dijo mostrando el pergamino que recibió – Es el lugar donde están mis hermanos y tengo que ir. Iré solo
- No puedes ir solo, Sonic – dijo Tails – iremos contigo
- Tails tiene razón, Sonic – terció Merna –. Además, recuerda lo que te dijo el Oráculo, que no podías hacerlo todo tú solo
- No – contestó Sonic – esos robots casi os atrapan, ya los habéis visto. He perdido muchas cosas y no me gustaría perderos a vosotros también – dijo Sonic casi llorando
Amy se acercó a él y le tomó del brazo
- Sonic – le dijo suavemente – Juntos hemos vivido muchas aventuras, y nunca te hemos abandonado. Sabemos que esto es peligroso, pero nosotros tampoco queremos perderte a ti. No te abandonaremos jamás, igual que tú tampoco nos abandonarías a nosotros
Sonic cambió su expresión de tenso a relajado, y diciendo un tímido "gracias", abrazó a Amy mientras unas lágrimas resbalaban por sus ojos. Entonces dijo alegremente:
- Bueno, en marcha. Mis hermanos estarán encantados de conoceros. Adelante, rumbo a la gran encrucijada
- ¡A la orden! – dijo Tails sonriendo
Chris también se puso contento mientras pensaba: "¡Este es nuestro Sonic!"
Shadow, Rouge y Omega estaban junto a los rescatados, que todavía seguían inconscientes
- ¡Eh, vosotros! – dijo Shadow - ¡Despertad de una vez!
El erizo plateado y la gata púrpura abrieron lentamente los ojos
- ¿So... Sonic? – dijo la gata
Pero nada más ver a Shadow, sus caras pusieron una expresión de desconcierto. Se levantaron rápidamente, dieron un salto hacia atrás y se pusieron en posición de combate
- ¡Tú no eres Sonic! – gritó ella
- ¿Y ahora os dais cuenta? – dijo Shadow en tono burlón
- ¿Estás segura de que no es él? – le preguntó el erizo plateado
- Completamente. Se parece mucho a Sonic, pero sé que no es él
- Ya está bien, chicos – dijo Rouge – ¿Nos vais a explicar de una vez quienes sois?
- ¿Y por qué íbamos a hacerlo? – preguntó la gata – que yo sepa, vosotros tampoco os habéis presentado
- Yo soy Rouge, y ellos son Shadow y Omega. Conocemos a Sonic – dijo la murciélaga – somos amigos suyos
- No pluralices – le cortó Shadow – yo no soy amigo de ese erizo. Que nos parezcamos físicamente no significa nada
- No me estás ayudando, Shadow – dijo Rouge – Está bien, yo soy amiga de Sonic, y puedo llevaros ante él, pero necesito saber quiénes sois
El erizo y la gata se dieron la vuelta y hablaron entre ellos
- ¿Deberíamos confiar en ella? – preguntó el erizo
La gata miró de reojo tanto a Shadow como a Omega. Entonces dijo:
- Creo que sí. Si nos han rescatado de esos Roboguardias, puede que sean de fiar, pero
no bajes la guardia
Ambos se dieron la vuelta y la gata dijo:
- Mi nombre es Blaze y él es Silver
- ¿Y por qué os tenían encerrados? – preguntó Rouge
- Hemos venido del futuro – dijo Silver – de unos doscientos años, para ser exactos
- ¿Ah, si? – preguntó Rouge – ¿Y como es el futuro?
- Está todo devastado – dijo seriamente Silver – Todo el planeta ha sido robotizado. Apenas quedábamos unos pocos grupos en la resistencia
- Eso me resulta familiar – dijo Shadow – Gobierna un tirano que aplasta a quien se le opone, ¿Verdad?
- Sí – dijo Blaze –. No tiene compasión y nadie puede hacerle frente
- Esclaviza a todo el mundo – dijo Silver – Nosotros formábamos parte de un gran grupo que combatía sus fuerzas, pero nos tendieron una emboscada. Apenas escapamos tres
- Entonces yo recordé a Sonic el Erizo – prosiguió Blaze – En las crónicas históricas se le mencionaba como el mayor héroe que había tenido Mobius. Él estaba en el pasado, y decidimos ir a pedirle ayuda. Entre los tres logramos construir una máquina del tiempo y viajamos a esta época
- Perdona, pero has dicho tres y vosotros solo sois dos – interrumpió Rouge
Blaze y Silver bajaron la cabeza, apesadumbrados
- Eso es porque al poco de llegar a esta época un grupo de Roboguardias nos descubrió y nos atacó – dijo Silver
- Luchamos con todas nuestras fuerzas, pero cuantos más destruíamos más aparecían – dijo Blaze – Al final nos apresaron. Como nuestra compañera, Marine, no tenía ningún poder especial, la separaron de nosotros
- Un tipo muy extraño que se hacía llamar Robotnik dijo que podíamos ser útiles para su nueva arma, – dijo Silver – y que después de hacer nosequé iba a robotizarnos. Eso es lo último que recuerdo
- ¿Y cuáles son vuestros poderes especiales? – preguntó Rouge
Silver extendió sus manos hacia Rouge. Entonces Silver emitió un brillo azulado e hizo que Rouge se elevara en el aire
- Mi poder es el de la telekinesia – dijo Silver – Puedo mover cualquier objeto sin necesidad de tocarlo
- Está bien, pero bájame – dijo Rouge, molesta – que sé volar yo sola
Silver bajó la mano y Rouge aterrizó suavemente en el suelo. Entonces Blaze levantó la
mano y apareció en ella una bola de fuego
- Mi poder es la pirokinesis – dijo Blaze – Puedo generar fuego
- Impresionante – dijo Shadow – Ya veo por qué os encerró ese falso Robotnik. Ahora sois libres, marchaos. Rouge, Omega, vámonos. Tenemos que seguir buscando
- Espera – dijo Silver – ¿podrías decirnos al menos donde podemos encontrar a Sonic el Erizo?
- No hace falta que le busques – Sentenció Shadow – Él te encontrará
Acto seguido sacó una Esmeralda Caos y diciendo "Control de Caos" desapareció junto con Rouge y Omega, ante el desconcierto de los otros dos
Vector, Espío y Charmy llegaron hasta una antigua ciudad devastada. Todo parecía lleno de escombros
- ¿Seguro que ha pasado por aquí, Vector? – preguntó Charmy
- Si, estoy seguro. Me ha parecido ver una silueta entrando en esta ciudad derruida, y por la descripción que nos dio Tails, tiene que ser ella
- Abramos bien los ojos – comentó Espío mirando de izquierda a derecha – no sabemos si aparecerá otro robot
Seguían pasando entre los escombros
- Este sitio está devastado – dijo Espío – Este lugar debió ser el escenario de una batalla
terrible o una guerra
- No parece que haya nadie por aquí, Vector – dijo Charmy divisando los alrededores
- ¡Mirad! ¡Allí! – exclamó de pronto Vector
Una extraña silueta se movía entre los edificios. Iba vestida con una capa roja, adornada con una capucha del mismo color. Apenas se distinguían sus ojos, de un color verde brillante, similar al de alguien a quien ya conocían
- Bienvenidos. Os estaba esperando
- Eres la madre de Sonic, ¿Verdad? – preguntó Vector
- Sí, soy yo – dijo ella – perdonad que no me descubra. Podrían estar espiándonos
- ¿Sabías que te estábamos siguiendo? – dijo Espío
- Sí
- ¿Y por qué nos has traído hasta aquí? – dijo Charmy
- El lugar donde estáis es donde estaba mi castillo. Hace años fue derruido por el falso
Robotnik. Su palacio está en el centro de Robotrópolis. Quería ver de nuevo este lugar.
Sé que se acercan malos tiempos y no sé si viviré para volver a ver mi reino como era antes
- Podemos ayudarte – dijo Vector
- Lo sé – dijo la reina – Para esto va a hacer falta mucha gente. Se acerca una guerra terrible. Por ello, necesito vuestra ayuda. Necesito pediros un favor muy grande
- Díganos, majestad – dijo Vector haciendo una exagerada reverencia. Espío y Charmy lo imitaron, aunque con menos intensidad.
La Reina Aleena sonrió. Entonces les dijo:
- Escuchadme bien. Tenéis que dirigiros a…
Continuara...
Eso fue todo por hoy... Hasta pronto.
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