viernes, 21 de junio de 2013

13. Una noche muy larga


Era de noche. El Tifón Azul y el Egg Halcón se habían posado en el suelo. Eggman estaba hablando con Sonic y los demás a través de una pantalla

- ¿Cómo sabías que estábamos aquí, Eggman? – preguntó Sonic

- Te llevo espiando más tiempo del que te imaginas, erizo – dijo Eggman con una sonrisa maquiavélica – En cuanto me enteré de que estabas aquí, decidí venir a echarte una mano desinteresadamente

- No sé por qué no me lo creo – intervino Knuckles – algo debes estar tramando

- ¿Desconfias de mi, Knuckles? – respondió el doctor con cierto aire de decepción – Creí que no opinarías lo mismo después de ver como os he salvado el pellejo

- Por cierto – dijo Tails - ¿Por qué ese falso Robotnik te ha llamado su creador?

- Ah, sí, eso – dijo Eggman bajando la cabeza – Lo dijo porque es la verdad. Yo lo creé, solo que cuando lo hice no tenía ese nombre. Yo lo llamé EggRobo

- ¿EggRobo? – dijo Sonic sorprendido - ¡Pero si fue destruido en la batalla en la que conocimos a Knuckles!

- Cierto, erizo – corroboró Eggman – pero ese EggRobo no fue el primero que yo creé. 

Veréis, cuando yo era joven era un científico muy entusiasta

- Sí, eso me lo creo – dijo Sonic

- Y llegó un día en que decidí crear una copia robótica de mí. Fue mi primer robot inteligente, al que seguirían muchos más. Lo llamé EggRobo 1.0. Pretendía enseñarle todas mis maldades para que me ayudara a conquistar el mundo – dijo frotándose las manos – pero EggRobo 1.0 era... demasiado inteligente. Cuando aprendió lo suficiente, se rebeló contra mi

- Esa historia no me es nueva – dijo Amy – Todo lo que creas se acaba volviendo contra ti, Eggman

Eggman aseveró su expresión

- Sí, pero de EggRobo no me lo esperaba. Decidió que ya no tenía que depender de mí, y por ello siguió su propio camino, encerrándome en mi laboratorio. Con la maquinaria de la que disponía, modificó su aspecto de robot, pareciendo humano, y usurpó mi identidad. Como yo llevaba mucho tiempo sin contacto alguno con la gente, al ver a ese impostor todos pensaban que era yo. Y al poco se puso a invadir los reinos de Ericius, creando ese imperio que seguramente ya conocéis. Para evitar rebeliones, consiguió hacerse con un aparato que robotizaba a la gente, para poderla someter bajo su mando. 

La robotización es un arte extraordinario – dijo Eggamn mirando hacia arriba – pero a mí nunca se me habría ocurrido utilizarlo

- ¿Ah, no? – dijo Sonic - ¡Pero si cuando empecé a luchar contra ti utilizabas animalitos convertidos en robots!

- ¡Cierto! – terció Amy – al igual que aquellos robots de Serie E que utilizaste, que por lo que veo has reconstruido ¿Te parece bonito volver a hacer esa crueldad?

- Alto, alto, alto – gritó Eggman – Sí, antes te enviaba animalitos convertidos en robots, pero ellos estaban dentro del robot, que se alimentaba de su energía. El animalillo no se enteraba de nada hasta que era liberado. Pensaba que todo era un sueño. Pero yo no convertiría un organismo vivo en una máquina. No soy tan cruel

- Cierto, el doctor Eggman ahora solo crea robots con piezas metálicas – dijo Bocoe

- Sí, como nosotros – intervino Decoe

- Y en cuanto a mis nuevos robots de la Serie E, no son como los anteriores. Estos no contienen ningún animal en su interior. Son robots al cien por cien. Además, son mucho más fuertes

- ¿Y como pasaste la barrera que hay para entrar en este territorio? – preguntó Tails
Eggman sonrió más que nunca

- Esta nave está equipada con un dispositivo de invisibilidad. Logré localizaros y ponerme detrás de vosotros ¿Acaso no os pareció extraño que os atacaran dos robots en vez de uno?

- No, estábamos demasiado ocupados intentando impedir que nos destruyesen – dijo Knuckles

Mientras, en la enfermería de la nave, Cream y Merna estaban atendiendo al Chao herido. Era muy parecido a Cheese, salvo que este Chao en vez de ser azul era negro. 

Dormía plácidamente

- ¿Cómo está, Cream? – preguntó Merna

- Apenas tiene unas magulladuras. Ha sufrido mucho – respondió Cream

- Aun no entiendo que hacía este Chao en esa nave – dijo Merna

- Tails me ha dicho que seguramente estaban utilizando su energía para mover al robot – dijo Cream cabizbaja –. Es una crueldad

- Tienes razón. Cream – dijo Merna poniendo su mano en el hombro de Cream – De momento este Chao está a salvo. Pondremos a salvo a los demás, te lo prometo

Cream sonrió. Apenas conocía a Merna, pero estaba segura de que llegarían a ser grandes amigas

Horas más tarde, la tripulación del Tifón Azul dormía profundamente. Amy y Chris estaban en sus respectivas habitaciones, Knuckles junto a la Esmeralda Principal, Merna en una bañera con agua, Cream en la enfermería y Tails junto a los mandos de la nave. 

Sonic en cambio estaba tendido en la cubierta de la nave, contemplando las estrellas. 

Habían pasado muchas cosas, y no podía dormir pensando en todo lo que tenían pendiente.

De pronto, un extraño ruido le sobresaltó. Se incorporó rápidamente y miró a los arbustos de los que procedía. Contempló a un erizo idéntico a él. Por un momento pensó en Shadow, pero no podía ser él. Éste era azul, igual que él.

El otro erizo se dio rápidamente la vuelta y echó a correr por el bosque. Sonic decidió seguirlo

- ¡Espera! – gritó Sonic

Pero el otro erizo no le hizo caso. Siguió corriendo hasta llegar a un claro, alejado del Tifón Azul. Entonces se detuvo, dando la espalda a Sonic.

- ¿Quién eres? – gritó Sonic – ¡Date la vuelta y contesta!

El otro erizo se dio la vuelta lentamente. Era exactamente igual que Sonic, pero unas gafas naranjas hicieron a Sonic percatarse rápidamente de la situación

- ¡Dingo! ¿Eres tú?

- Hola, Sonic – respondió Dingo –. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que intenté atraparte, fracasando en el intento. Pero esta vez no fracasaré

Dingo se lanzó hacia Sonic haciendo un Spin Dash. Sonic consiguió esquivarlo, pero a duras penas.

- Vaya, vaya – dijo Sonic animadamente – Veo que has mejorado mucho

Pero Dingo no respondió. Lanzaba a Sonic ataques inusualmente rápidos, pero Sonic lograba esquivarlos casi todos. Le sorprendió mucho la habilidad de Dingo para imitar sus habilidades. Normalmente era más torpe.

Al cabo de casi una hora, Dingo estaba cansado. Había intentado todo lo que pudo, pero no había conseguido vencer a Sonic

- ¿Te convences ahora de que no puedes vencerme? – dijo Sonic

- Escúchame, Sonic – dijo Dingo con una voz que denotaba profunda rabia –. He estado entrenando todo este tiempo para luchar contra ti, y una vez más no he podido. Quería hacerte pagar por lo que le hicieron a Sonia

- ¿Sonia? – dijo Sonic boquiabierto – ¿Qué tiene que ver mi hermana con esto?

- ¡Lo sabes de sobra! – bramó Dingo – Esperaba poder capturarte para entregarte a Robotnik y que la dejara en paz, pero he fracasado

- ¿De qué estás hablando, Dingo? – preguntó Sonic alarmado

- Haces demasiadas preguntas, erizo – dijo Dingo sacando un mando a distancia y pulsando un botón. Al instante recuperó su aspecto original –. Sleet no sabe que he venido. Espero que tú seas capaz de liberar a tus hermanos. Yo no seré libre hasta que Robotnik sea derrotado. Fíjate

Dingo bajó su cabeza y Sonic vio algo que le produjo escalofríos. Dingo tenía un chip colocado en su cabeza.

- Me lo colocó Robotnik diciéndome que me fortalecería y me haría capaz de capturarte, que solo así liberaría a Sonia. Este chip me hace más fuerte e inteligente, pero también más rabioso. Ojalá pudiera volver a ser como antes, pero eso solo será posible si él es derrotado. Me has vencido, así que tal vez puedas acabar con él. Tengo que irme. Adios, Sonic. Tal vez volvamos a encontrarnos

Y se marchó, dejando a Sonic perplejo y sumido en sus pensamientos

Mientras, lejos de allí, Shadow, Omega y Rouge salían de la fortaleza. El erizo llevaba la Esmeralda Caos azul oscura en su mano, mientras miraba con desdén los robots que acababan de destruir

- Bien, esto hace que tengamos tres Esmeraldas – dijo Rouge – Nos faltan cuatro

- Sí – dijo Shadow – pero es extraño que en esta fortaleza los robots fuesen más débiles 

– Esto me escama

- LA CONSOLA QUE HABÍA EN LA FORTALEZA TAMBIÉN ERA ALGO SINIESTRA – añadió Omega – DEBÍA FORMAR PARTE DE ESA "ARMA DEFINITIVA"

- Un arma que cada vez me está intranquilizando más – dijo Rouge – Parece que ese Robotnik va a ser un hueso duro de roer

Poco después empezó a amanecer. Vector, Espío y Charmy se dirigían a una gigantesca fábrica, custodiada por un robot de seis metros de alto armado de pies a 
cabeza

- Según lo que nos ha dicho la reina Aleena, ahí dentro se fabrican algunas de las naves más poderosas del falso Robotnik – dijo Vector

- Entonces tenemos que desmantelarla, ¿no? – preguntó Charmy

- Así es – asintió Espío –. Si lo conseguimos el falso Robotnik no podrá fabricar más naves

Espío, Vector y Charmy se lanzaron hacia el robot, que al advertir su presencia les disparó varios misiles. Espío los hizo detonar lanzándoles varias estrellas ninja, al tiempo que Charmy sujetaba a Vector y se elevaba en el aire

- ¡Golpe sísmico! – gritó Vector golpeando con los dos puños a la vez la cabeza del robot, la cual estalló tras el impacto

- Ya tenemos vía libre – dijo Charmy

Los detectives entraron en la fábrica. Ante ellos apareció un sinfín de cadenas de montaje de naves. Cientos de esclavos robotizados se encargaban de ensamblar las piezas.

- Esto es terrible – dijo Espío – Toda esa gente robotizada ¡Y les obligan a trabajar construyendo más máquinas!

- ¿Cómo vamos a desmantelar esto? – preguntó Charmy

- Tenemos que destruir el reactor principal – dijo Vector – Así no funcionará el resto de la maquinaria ¡Vamos, chicos!

Los detectives se abrieron paso entre los esclavos sin que ninguno de ellos opusiera resistencia. Simplemente, al verles abandonaron la fábrica. Una vez junto al reactor principal, Vector y Espío gritaron al unísono:

- ¡Estrellas ardientes!

Espío lanzó sus estrellas mientras Vector arrojaba fuego sobre ellas, haciendo que se volvieran incandescentes, y una vez impactaron contra su objetivo provocaron que este se incendiara

- ¡Vamos, salgamos de aquí! – gritó Vector – ¡Esto va a explotar!

El equipo salió precipitadamente de la fábrica, arrojándose al suelo mientras escuchaban una fuerte explosión. Al levantarse observaron como la fábrica se estaba derrumbando.

- Misión cumplida – dijo Charmy

- Todavía no – corrigió Espío – Mirad

Varios roboguardias habían aparecido de repente, apuntándoles con sus armas

- Me parece que va siendo hora de que les enseñemos un poco de nuestra música ¿No creéis? – dijo Vector animado

Los demás asintieron

- ¡Chaotix recital! – gritaron los tres a la vez

Espío y Charmy se pusieron a tocar una melodía estridente mientras Vector cantaba a toda potencia por un micrófono. Esto provocó una onda sonora que hizo derrumbarse a todos los roboguardias

- ¡Genial, Vector! – dijo Charmy sonriendo – ¡Esta vez te has superado!

- ¿Qué crees que pasará con los esclavos? – preguntó Espío

- Abandonaron la fábrica mientras nosotros atacábamos – dijo Vector – Supongo que habrán ido a cualquier otra fábrica. Bueno, equipo, vamos por el siguiente objetivo. A ver si mientras tanto se me ocurre alguna nueva canción que cantar...

Continuara...

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